a no decirle nada al alumno ni hacer nada por él que pueda aprender o hacer por sí mismo. La prueba de la enseñanza la podemos ver cuando nuestros alumnos saben hacer bien las cosas por sí mismos. • Explicación: Si mantenemos a nuestros estudiantes muy cómodos sin introducir algún reto nuevo, ellos no sentirán el deseo de aprender y desarrollarse. Por lo tanto, el proceso de la enseñanza necesita cierta cantidad de tensión que motive al alumno a aprender. Si introducimos mucha tensión el alumno
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